
Uno de las principales problemáticas que se presentan en las empresas, sobre todo las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) es el manejo de los recursos financieros, lo cual frena el desarrollo y crecimiento, en muchas ocasiones impide continuar con el plan inicial de negocio, ya que no hay una estructura adecuada para el manejo de los recursos financieros y al final poniendo mayor atención al desarrollo del producto o servicio para permanecer en el mercado, se pierde de vista el flujo de los recursos económicos.
Es común encontrar negocios que funcionan operativamente, pero que están enfrentando de manera cotidiana dificultades para pagar impuestos, obligaciones de seguridad social, cubrir programas de capacitación, entre otras situaciones que al final de cuentas ponen en riesgo el patrimonio invertido y el esfuerzo realizado para permanecer en el mercado.
Otro aspecto que afecta a las empresas es el vivir al limite pagando intereses por financiamientos que fueron contraídos sin tener un objetivo real.
La problemática mencionada se genera básicamente por la falta de administración de recursos con base en un flujo de efectivo. Cuando se habla de un flujo se piensa en sumar los ingresos y restar los egresos e ir acumulando los datos, sin embargo, en la práctica he observado que este mecanismo solo genera información, para analizar datos históricos de lo que ya sucedió.
Un verdadero flujo de efectivo debe ser utilizado para verificar que se están aplicando adecuadamente las etapas del proce so administrativo que son; Planeación, organización, dirección, control y cumplir con el objetivo de hacer un mejor uso de los recursos y alcanzar los objetivos de la empresa.
En conclusión, en la época actual donde la fiscalización es constante y la necesidad de actualizarse y adaptarse para seguir siendo competitivo en el mercado, el uso de un flujo de efectivo planeado previamente y que considere un análisis comparativo con la actualidad y los aspectos históricos de la empresa, puede ser la herramienta que nos ayude a planear adecuadamente la contratación de financiamientos y alcanzar el éxito financiero, evaluando correctamente la dirección y organización de la empresa con un adecuado control interno.